miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capítulo 21 «As long as she loves me»

◘ Jason McCann
—Vamos, Jason, no tengo todo el día —se mofa al otro lado del teléfono.
Noto cómo mis ojos se cristalizan, pero cómo tengo que, ahora más que nunca, endurecerme. Drake me mira, pronuncia con los labios, moviéndolos lentamente, si quiero dejarle el teléfono, pero no. Esto es algo entre Josh y yo. Siempre lo ha sido.
—No tengo que darte explicaciones.
—Sí, si quieres que la chica siga con vida. Y si no fuera así… dudo que hubieras llamado a Will que, como bien sabemos, tú y Drake conocíais y trabaja aquí, porque nunca habéis venido a nuestra casa. ¿Algo que objetar?
—No.
—Bien, entonces, dime. ¿Por qué?
No puedo evitarlo. Me hago su imagen. Me la imagino a ella, tan hermosa, como siempre, y de repente se difumina y da paso a verla de nuevo, llorando, gimiendo. Sufriendo.
Suelto el teléfono sin querer, y me llevo las manos a la boca. Oigo cómo Josh se ríe al otro lado, y en ese momento juro que, como le hagan algo, los haré pedazos. No podría soportarlo, por algo que aún desconozco. En realidad, ni siquiera sé si quiero saber qué me pasa. Por qué ahora.
Antes ni siquiera me llamaba la atención, no hablaba casi con ella, no estaba nunca en casa pero es como si ahora, ahora que veo que ella no está, es cuando tengo la diferencia.
Cuando estaba aquí, yo sabía que estaba bien. Estaba seguro de que no lo estaba pasando bien, obviamente, pero que no le iban a hacer daño mientras estuviese con nosotros. Porque no lo entiendo. ¿Qué… qué me está pasando?
—No lo sé.
Oigo risas en el teléfono. El esfuerzo que hago para no lanzarlo a la pared y romperlo es sobrehumano. Pero no. Cojo aire y lo expulso lentamente.
—No me digas, Jason, que… te has involucrado demasiado.
—¿Eh? —es lo único que consigo decir.
En realidad sé a qué se refiere, es obvio. Cuando me decidí a trabajar para ellos, juré que jamás me involucraría lo suficiente como para que eso tuviese alguna repercusión en el trabajo y bla, bla, bla, bla. Hablando en plata, quería decir que nunca sentiríamos nada por nuestras víctimas.
Aunque soy consciente de que esa regla la rompí hace mucho tiempo. No se dieron cuenta porque no estaban pendientes, pero…
Drake me mira, coge el teléfono y cuelga. Así, sin más explicaciones y sin más demoras. Es la primera vez que lo veo hacer algo de esa forma, sin pensarlo dos veces.
Se sienta en el sofá, sin dejar de mirarme. Esto empieza a hacerse un tanto incómodo, pero justo cuando abro la boca para decir algo, él me corta, haciendo a la vez un movimiento extraño con la mano para que me calle.
—¿Qué ha sido eso?
—¿De qué me estás hablando?
Él se levanta y empieza a dar vueltas por la habitación. Me está poniendo muy, pero que muy nervioso.
—¿Qué te han dicho? ¿Por qué te has quedado así de paralizado?
—Ya sabes… Uhm… la regla número uno.
—¿Qué?
—‘Jamás te involucres con una víctima’ —cito.
Él abre mucho los ojos.
—Oh no. Oh no —empieza a susurrar una y otra vez por lo bajo.
—¡Dios, tío, deja de hacer eso!
—Ah no, Jason. —Se da la vuelta—. ¿No te das cuenta?
Parpadeo un par de veces.
—¿Cuenta de qué?
—No te habrás… enamorado de Heather, ¿verdad?
¿Que me he qué de quién? Eso es imposible. Nunca antes he sentido algo así por una persona. O eso creo. Me limito a lo que me contó Will.
♣ • ♣
—Estará bien que habléis con él, os explicará.
Drake, me mira. No conozco mucho a este chico. Parece majo. Es un poco más alto que yo, con la piel clara y el pelo moreno. Y los ojos grandes y azules. Me recuerdan a los de mi madre. Aunque es un tema que tengo bastante superado, me persigue todavía la idea de haberla perdido. Pero me persigue más todavía que mi padre me perdiera a mí…
Un chico de unos diecisiete o dieciocho años se planta delante de nosotros, y nos regala una sonrisa que se me antoja más bien dolida y nostálgica.
—¿Y tú eres el tal Will? —pregunta Drake cuando Josh y Lewis se han ido de la habitación y solo quedamos nosotros tres sentados en unos sofás destrozados. Drake y yo en el mismo y el que supongo que es Will es un sillón frente a nosotros.
—Sí, lo soy —susurra asintiendo—. ¿Y vosotros… Jason y Drake, no?
Lanzo un ‘sí’ al aire en un murmuro, y Drake hace lo mimo.
—Bien, pues… no sé. Creo que más bien deberíais preguntarme.
El problema es que no tengo ninguna pregunta. Y al parecer Drake tampoco.
—En fin, sois poco habladores. Pues veamos, uhm… la verdad es que trabajo desde hace poco para Josh y Lewis, no tengo ni idea de por qué me han llamado a mí en vez de a alguien como más, bueno, veterano.
Levanto la cabeza y le pregunto:
—¿Y por qué lo has hecho?
Él vacila antes de contestar:
—Vinieron a mí, sin que yo los llamara, simplemente fue así.
Yo me levanto y empiezo a andar en círculos por la habitación.
—¿Por qué hicieron eso?
—Uhm… Pues la verdad es que fue el día del funeral de alguien a quien yo quería muchísimo, y no me lo pensé mucho. Tenía que ordenar mis ideas.
—¿Quién era? —interviene Drake—. A quien querías mucho, digo.
—Mi novia.
Drake y yo cruzamos una mirada.
—La asesinaron —continúa Will—. Pusieron una bomba y explotó.
Veo cómo sus ojos empiezan a cristalizarse, y me siento una persona horrible, por millonésima vez hoy.
—¿Tanto… tanto la querías? ¿Tanto como para vengar su muerte de esta forma? —murmura Drake.
—Y más, mucho más. Hacedme caso; si alguna vez sentís eso, que no podéis vivir sin esa persona, que solo necesitáis saber que está bien para seguir respirando, que haríais cualquier cosa, que tenéis que estar con ella las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, que si está mal estáis mal, que si sonríe vosotros sonreís y que si os dice que os corresponde os hace la persona más feliz del mundo… no la dejéis escapar. No hagáis como yo. Dejad vuestro orgullo a un lado, no lo merece. Decidle que la amáis una y otra vez porque cualquiera puede ser la última. Es todo lo que yo tendría que haber hecho.
♣ • ♣
Recuerdo que en ese momento simplemente asentí, pero ahora pienso en ello y… No puedo creer que no pueda hablar más con él y preguntarle a él.
—¿Recuerdas lo que dijo Will?
—Sí.
—¿Crees que es posible que…?
—¿Sientes esas cosas? —me interrumpe.
No lo sé. Ahora mismo… no puedo asegurar nada con certeza. Solo que no puedo vivir sin verla una vez más, que solo necesito oír su voz para quedarme tranquilo, que tengo que estar con ella, que estoy mal desde que ella está así de mal, que si la veo sonreír, solo una vez, sé que yo sonreiré.
Y también sé que si se atreven a tocarle un pelo… los mataré.

No hay comentarios: