miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capítulo 14 «As long as she loves me»

◘ Heather O’Connor
—Yo tenía un hermano. Un hermano mayor, que tenía veintiséis años, cuando yo solo tenía nueve. Estábamos muy unidos, aunque él no viviese con mis padres y conmigo. De todas las formas, venía a verme prácticamente todos los días. Hasta que hubo un día que no vino más.
»Trabajaba en un banco, en el centro de la ciudad. Éramos una familia más bien rica, aunque ahora no puedas imaginarme de esa forma, viviendo como lo hago actualmente. En fin, al parecer hubo un atraco y no dejaban salir a nadie del edificio. Pero había una mujer embarazada, y mi hermano hizo todo lo que estuvo en su mano para que al menos, a ella la dejaran salir del edificio, al menos. Y, obviamente, no les dejaron. Mi hermano, además de ser una buena persona, tenía una mujer, que también esperaba un bebé, y por eso tuvo aquel instinto protector. En las noticias dijeron que fue en ese momento en el que lo asesinaron. A mi hermano. O eso oí. Si te soy sincero, nunca me interesé por el tema.
»A mí, lo único que me importaba era que mi hermano estaba muerto. Y que yo no lo vería nunca más.
Cierro los ojos y suspiro. Dios, cómo tiene que haber sufrido. Pero aun así, no se me ocurre el porqué de trabajar para esos dos hombres, de ser utilizados por ellos y ser asesinos a sueldo. No lo entiendo.
El caso es que Drake no ha terminado:
—Me metí en drogas, alcohol, y todo lo que me hiciese olvidar a Dylan, mi hermano. Ya te lo puedes imaginar. Me escapé de mi casa y me mudé con unos camellos. No me siento orgulloso de ello, pero es lo que pasó. No he visto a mis padres desde que tengo catorce años, y creo que es mejor así.
»Empecé a juntarme con personas… que no eran para mí antes de cumplir los trece, y esos años están borrosos. Probablemente eso sea lo mejor. El caso es que me dieron por un caso perdido, me llevaron al psicólogo… no sé. Estoy convencido de que yo, mis tonterías y yo, les dolieron más que el hecho de que mi hermano muriera, porque no solo habían perdido a un hijo, nos perdieron a ambos.
»Un día, cuando salía de un almacén en el que acabábamos de hacer unos intercambios, aparecieron Josh y Lewis, esos hombres que vinieron a principios de mes. Dijeron que sabían lo que había pasado, me dieron el pésame… Y me dijeron que me ayudarían. Me doraron la píldora, ahora lo sé, pero ahora… Ahora es tarde. Hemos asesinado a personas, robado coches y… Dios, me arrepiento tanto…
♣ • ♣
Estoy más enfadada de lo que lo he estado nunca. ¿Que mataron a su hermano? ¿Que por eso ahora es un asesino a sueldo? Pues mira tú por dónde, pero yo perdí a mi madre también y ahora la secuestrada soy yo, y ellos los que me secuestran. No tenemos culpa de tener un pasado, pero ¿no se dan cuenta? Tal vez yo no les conociera, pero ellos tampoco me conocen a mí, y al igual que no conocía su pasado, ellos no conocen el mío. Que sea rica no significa que mi vida sea un cuento de hadas, y hasta Drake lo sabe. ¿No ha dicho que venía de una muy buena familia? Les cojo manía por momentos.
Yo es que no puedo. Además, tengo a este tío, a este hipócrita asqueroso delante de mí esperando a que diga algo. ¿Y qué quiere? ¿Que le diga que lo siento? ¿Que lo entiendo? No puedo decir todas esas cosas, aunque sean ciertas, porque yo lo superé sin meterme en problemas. ¿Acaso sabe él qué es que tu padre no quiera verte? Porque yo le robé a su mujer, a mi madre, y por mi culpa no está aquí. No, no tiene ni idea.
Es todo cierto. En realidad, no tendría que haberle preguntado nada. Y él no tendría que habérmelo contado. Porque no es asunto mío. Ni sus vidas ni la mía importan ahora, simplemente el hecho de salir de aquí dentro de once días.
—Di algo.
Sacudo la cabeza.
—No tengo nada que decir.
Porque sé que si digo algo, será peor. ¿Sabes qué diría si pudiera, Drake? Empezaría a gritar. De impotencia, de resignación, de cólera, de todo aquello que nunca he podido callarme y tengo que hacerlo ahora. Hemos estado nosotros dos en la misma situación, solo que él es un cobarde y decidió hacer todo aquello que a él le había destrozado la vida. Si él sufrió porque mataron a su hermano, está haciendo sufrir a muchas otras personas, solo con aquel hombre que mataron en la calle de enfrente, y que yo vi tirado en el suelo con una bala en el pecho. En ese momento supe cuánto peligraba mi vida estando en manos de estos dos. Siempre lloraba, y… no puedo más.
Me levanto de la cama y empiezo a dar vueltas. Quiero gritar. Quiero ser oída. Quiero irme de aquí, ¿tan difícil es de entender?
—¿Y Jason? —pregunto.
—No conozco su historia tanto como la mía pero… asesinaron a su madre el día de su octavo cumpleaños.
Niego con la cabeza. Yo también he crecido sin una madre a mi lado. Y también he sufrido mucho con eso, teniendo solo el collar que, por primera vez, recuerdo que llevo atado al cuello. Acaricio la plata y oigo a Drake susurrar:
—Delante de él. Jason presenció el asesinato de su madre.
Lleno mis pulmones de aire, y lo suelto muy lentamente con los ojos cerrados. No puedo más.
—¿Sabes qué, Drake? —grito—. ¡Mi madre también murió! ¿Y qué he hecho yo? Ir adelante. No me he convertido en ninguna asesina ni ladrona para vengar su muerte. Entre otras cosas, porque sé que no le gustaría. Sé que hay cosas que hago con las que no estaría de acuerdo pero estoy convencida que ella está orgullosa de mí.
Y quiero decir «No como lo estarán tu hermano y la madre de Jason» pero Drake ya se ha ido.

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