«Never let you
go»
Capítulo 3.
εїз
Caitlin εїз
—¿Adónde vas? —le pregunto a mi hermano pequeño, Chris, cuando
pasa por delante de la puerta de mi cuarto.
Él frena en seco y me mira.
—A casa de Justin.
—Pues pásatelo bien —digo haciendo
un gesto extraño con la mano.
Mi hermano se vuelve otra vez y
sigue caminando. Segundos después oigo la puerta cerrarse. Suspiro y me froto
los ojos.
Mi plan de esta noche se resume en
ir a dormir a casa de Payton y ver películas. Son nuestros momentos. Únicamente
nuestros.
Hablé hace dos días con Ryan, y no
he sabido nada de él ni de Megan desde entonces. No he hablado con él, ni le he
preguntado a ella. Ni siquiera he visto a Justin para preguntarle, lo cual,
creo, me va a acabar dejando hecha polvo. Puede que por eso Pay haya insistido
tantísimo en que esta noche vaya a su casa.
Cojo la mochila en la que llevo
todas las cosas para esta noche y la dejo junto a la puerta y me tiro a la
cama. Con fuerza. Tanto que me parece ver el suelo temblar y me da la sensación
de que se va a hundir. Clavo la vista en el techo, con el pelo aún mojado de la
ducha que acabo de darme y tanteo la cama en busca de mi móvil.
Necesito llamarlo. Llamarlo y oír su
voz.
—Ey, hola, Cait.
Sonrío y me pongo recta de golpe,
sentimientos que solo él me produce.
—¿Cómo estás? —pregunto, tras
carraspear.
—Estoy algo cansado. Acabo de quitar
la nieve de la entrada, así que puedes imaginarte —ríe, y es música para mis
oídos—, ¿y tú qué tal?
Doy saltitos sobre la cama.
—Nada nuevo. Quería preguntarte una
cosa.
Él comienza a toser.
—Oye… ¿estás bien?
—No, es solo que puede que me haya
constipado, no te preocupes —es tan sencillo decirlo y tan complicado hacerlo—,
¿qué querías preguntarme?
—Lo digo en serio, puedo llevarte
un…
—¡Que no hace falta! ¿Qué querías
decirme? —grita entre risas al otro lado del teléfono, interrumpiéndome.
—Solo quería preguntarte si sabes
algo de Ryan y Megan.
—¿Cómo dices?
—Vamos, Justin, es obvio que a Ryan
le gusta Megan y viceversa. ¿Sabes si ha pasado algo entre ellos? Porque el
otro día que te llamé fue por eso, que mi teléfono es idiota y se me ha borrado
el número de Ryan junto con el de mi madre, mi hermano y varios más. ¿Sabes
qué? Resulta que en la fiesta de Sean él y Meg…
—¿Te han dicho alguna vez, Cait, que
no te callas ni debajo del agua?
‘Tú. Me lo dices todos los días.’
—Puede ser.
—Ryan nos comentó algo para el 25 de
diciembre. Y algo de que te iba a llamar, para que tú y Payton os ocuparais de
Megan.
—Oh, ese es un día especial.
Hay un instante de silencio.
—Sí que lo es —me sorprende notar un
tono diferente en la voz de Justin, algo así como nostalgia, lo que se me hace
muy raro, puesto que él siempre está riendo.
Y cuando digo siempre, es siempre.
Oigo un timbre muy al fondo, y a
Pattie, la madre de Justin, gritar algo, pero no logro entender el qué.
—Cait, ya hablamos, que ha venido tu
hermano.
Río.
—Que os cunda.
Cuando estoy a punto de colgar, dice
algo.
—Quedemos.
—¿Eh?
—Sí, ¿qué tal mañana? Tú y yo, como
antes.
Siento cómo los ojos se me iluminan,
y ni estoy en frente de un espejo.
—Nos vemos…
Y justo antes de colgar, oigo en un
susurro:
—… mañana a las siete.
҉ Justin ҉
‘Tú y yo, como antes.’ Esas palabras
están grabadas a fuego en mi cabeza. Menuda forma de cagarla. ¿Se puede saber
por qué le he dicho semejante cursilería? Dios mío. Normalmente, podría pensar
que es mi mejor amiga, que esas cosas no importan. Pero no. Tengo que medir mis
palabras a veces antes de soltarlas por mi enorme boca. Porque aunque ante
todo, sea mi mejor amiga, eso no cambia el hecho de que en numerosas ocasiones
me vaya de la lengua.
Como en aquella estúpida fiesta.
“—Es
que eres preciosa”
Porque yo soy así de inteligente y
no podía decirle sencillamente que esa noche iba muy guapa. Esas palabras, esas
cuatro palabras, salieron del Justin de verdad, el que no le está escondiendo a
su mejor amiga lo terriblemente enamorado de que está de ella.
Nunca me dijeron que esta clase de
cosas fueran así de complicadas. Nunca.
Como ella misma me ha dicho, están
Ryan y Megan.
¿Por qué no es tan sencillo para el
resto del mundo? ¿Por qué mientras ellos son correspondidos, se gustan y son lo
suficientemente estúpidos como para creer que aun así se equivocan, hay otras
personas a kilómetros de distancia, queriéndose, y sin poder verse tan siquiera
sonreír? ¿Hay algo más injusto? La vida es injusta.
—¿En qué piensas, Justin? —pregunta
Chris.
Sacudo la cabeza y lo miro.
—¿De qué hablas?
—Sí que se me da bien este
videojuego, pero no creo recordar que a ti se te diera tan mal.
Abro la boca y sonrío.
—Oye, que estás en mi casa. El
récord de este juego lo tengo yo, para ‘que no se me dé tan mal’ —digo esto
último con una voz terriblemente aguda y agitando las manos como si lo imitara,
cuando en realidad a lo que más me asemejo en este instante es a una morsa.
Él suelta carcajadas histéricas que
me recuerdan mucho a Cait. Me froto los ojos. ¿Por qué demonios no consigo
sacármela de la cabeza?
—No, ahora en serio, ¿te pasa algo?
—¿A mí? —pregunto señalándome a mí
mismo con el dedo—. Nada. Es solo que… —me levanto de golpe y en un acto rápido
y aprovechando los terribles reflejos de mi amigo, le quito su mando y echo a
correr hacia el pasillo de mi casa— se te da tan bien el videojuego que seguro
que puedes perseguirme y coger tu mando para seguir dándome una soberana
paliza, ¿no?
Nuestras miradas se juntas,
desafiantes, y él se levanta con una sonrisa en los labios y echa a correr
hacia mí.
εїз
Caitlin εїз
—¡Caitlin! —me abraza Payton nada
más abrir la puerta. Estoy congelada. Necesito entrar y taparme con ocho
mantas, al menos. Estoy tiritando. Aunque mi casa esté solo a tres manzanas de
la de mi mejor amiga, ir andando a finales de diciembre por Canadá sin siete
mangas, no es demasiado inteligente. Pero pensaba que tardaría menos en llegar.
—Payton —pregunto como puedo,
tiritando—, ¿me dejas pasar?
Ella asiente enérgicamente, dándose
cuenta de que yo no voy cubierta por dos mantas, como ella.
Miro cómo está el salón y sonrío.
Siempre lo prepara todo genial. Y sus padres están fuera muy a menudo. Por eso
está casi siempre en mi casa. O sea, ella odia estar sola en esa casa tan grande,
porque no aguanta lo silencioso que está todo. Me lo confesó una vez. Que
odiaba comer sola. Y que por eso se pasaba mucho por mi casa. Decía que no se
sentía como si aquello fuera una familia. No se sentía parte de una. Lo hacía
más cuando estábamos las dos juntas. Porque nos sentimos algo así como…
hermanas.
Me sentó muy mal que dijera algo
así, porque no esperaba nada semejante por parte de Payton. Siempre está
riendo, y sacudiendo su melena rubia con una sonrisa.
—¡Hay algo que quería contarte! —exclama cuando ponen los anuncios
de la película.
Me acomodo en su sillón y le sonrío.
—Cuéntame.
—Uhm… veamos. No sé si te acuerdas de la fiesta de Sean.
Oh, claro que me acuerdo.
Solo hace tres de ese día. Y me doy cuenta de que… solo he tenido
dos días de vacaciones de Navidad y parece más tiempo. Es extraño. Como cuando
volvemos a ir a clase. Que cuando llevamos dos semanas y da la sensación que
debería quedar poco para volver a tener vacaciones. Cuando valoramos más un
día, y si estamos en verano y solo nos quedan dos semanas para volver ya parece
que nos quedamos sin tiempo. ¿No es curioso eso?
Ya, ya vuelvo… Se supone que estoy hablando con Pay.
—Sí, claro. ¿Qué pasa?
Ella sonríe con un extraño brillo en los ojos.
—¡Oh, Dios mío!
—Sí, Payton —grita ella.
—Cuéntamelo todo —susurro sílaba por sílaba.
—Bien… cuando tú y yo fuimos encontraste a Sarah y yo busqué algo
para beber, y Anne me saludó y empezamos a hablar, ya sabes, del trabajo que
tenemos que hacer para después de las vacaciones, que nos toca juntas.
—¿El que a mí me toca con Chaz?
Ella asiente y sacude la cabeza. Hace lo mismo cada vez que su
nombre aparece en una conversación. Intenta cambiar rápido. Por eso mismo no
tarda en volver a hablar.
—Exacto. En fin, sabes que ella tiene un hermano mayor, Jake, que
está en último curso.
Obvio que lo sé. Todas las chicas babean por él. Es cierto que es
guapo, y también muy inteligente. Pero si se llena el campo cada vez que
juegan, no es porque tengan muchos admiradores, es por chicos como él, que
llaman mucho la atención. No es nada malo, al contrario, simplemente es un
hecho.
—Bueno, pues se pusieron ambos a hablar, porque al parecer la
fiesta terminaría tarde y Jake no podría llevarla a casa, entonces ella
desapareció para buscar a alguien que pudiera llevarla a casa. No me preguntes
por qué no me dijo nada a mí —sonríe—.
Él estaba con alguien que no recuerdo, pero entonces se dio cuenta de que yo
estaba allí y me saludó. Entonces el alguien con el que estaba se fue y me
preguntó si quería algo. Fuimos por algo y estuvimos un rato juntos. Y dijo que
tenía que coger una cosa del cuarto de Sean.
—Ay, sigue —le digo riendo.
—Yo pensaba que entonces quería que me fuera, y me di la vuelta,
pero él tiró de mi muñeca y entramos en la habitación de Sean. Y me besó.
—¡Oh! —grito levantándome.
—No te lo conté antes porque me daba vergüenza.
Yo solo sonrío, porque sé de qué me está hablando a la perfección.
—¿Sucedió de repente?
Asiente enérgicamente.
Jake es buena gente, y no tiene novia. Lo cual a medio instituto —el
otro medio es de chicos— le da mucha esperanza.
Me alegro mucho por ella, y me alegro de que me lo haya contado.
La abrazo. Y en ese instante vuelve a empezar la película.
๑۩۞۩๑
—¿Qué película toca ahora? —pregunta, varias horas más tarde.
Me levanto y miro la lista que hemos hecho entre las dos y busco
cuál es la siguiente.
—‘El arte de pasar de todo’
—cito.
—¡Oh, adoro esa! Ponla.
A mí me deja rara cada vez que termino de verla. No estoy
convencida de si me encanta o la odio porque me causa sentimientos
contradictorios. Pero los protagonistas me encantan. Como la chica, Emma
Roberts, que también sale en nuestra siguiente película.
Todas estas películas tienen su historia de amor correspondido.
Joder, menuda envidia.
Payton y Jake, Megan y Ryan… lo cual me recuerda…
—¡Payton, Ry…!
Soy interrumpida por mi teléfono móvil.
‘Justin :)’
Recuerdo entonces que no tengo el número de Ryan.
Y también que el 25 de diciembre es pasado mañana.
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Siento mucho haber tardado tanto en subir, a partir de ahora lo haré más seguido, jurado. <3 Muchas gracias por leer, como siempre y por darle una oportunidad a esta novela, significa mucho para mí.
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