domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 26 «As long as she loves me»


◘ Heather O’Connor

Me ha dejado anonadada con eso. Jason… está realmente enfadado. Y recuerdo lo que pensé antes, en si sus seres queridos… todo parece tan planificado. Tanto que… es imposible creer que todo son casualidades. Inverosímil.
Creo que…
Aunque no me duele, noto el cuchillo hundirse en mi piel, un gesto amenazante para que Jason se sienta intimidado. Aunque no hace falta que me hagan todo esto, intimidan de por sí. Giro lentamente la cara para que no se dé cuenta y clavo mis ojos en Michael. Él hace lo mismo, y su mirada color esmeralda se hunde en la mía.
«¿Qué pasó?» intento articular, lo suficiente fuerte para que él me entienda pero lo flojo para que el cuchillo no me haga daño.
«¿Eh?»
«¿Qué haces para Josh y Lewis?»
Él parpadea seguidamente.
«Mataron a mi mejor amigo.»
De repente, lo entiendo todo, porque acaba de cobrar sentido.
¿Cómo he sido tan estúpida?
Aprovechando el instante de confusión de Josh, aunque el dolor de la pierna no hace más que darme desventaja, creo que ya no tengo nada que perder.
Le doy un codazo, y él me suelta, la punta del cuchillo me araña la nuca, noto cómo la sangre empieza a resbalar por el cuello. No es eso en lo que me centro. Me doy la vuelta y le propino una débil patada en la entrepierna. Y cojeo hasta para ponerme detrás de Jason. Michael me mira con los ojos abiertos y cristalizados, tal vez sorprendido, pero no creo que más de lo que lo estoy yo misma.
Cuando estoy a medio camino, Josh se recompone, me apunta con su pistola, Lewis lo imita, teniendo solo a Michael agarrado del cuello. Parecen muy seguros de sí mismos. Jason y Drake se ponen rígidos y los apuntan a ellos.
Y yo aquí, en medio.
«No tiene nada que ver contigo» me dijo una vez Jason. Y hasta ahora, no lo había entendido. Es verdad, nada de esto tiene que ver conmigo, solo soy un peón en este juego, ni siquiera soy indispensable. Aquí todos pueden pasar sin mí.
Reúno todo mi valor para gritar:
—Yo lo sé, Jason. Yo sé quién mató a tu madre, a la de Michael, a la novia de Will y al hermano de Drake. Y a todos los demás.
Todos me miran estupefactos. Más yo que nadie, aunque intento que no se me note. La sangre llega hasta la espalda.
—¿Los demás? —pregunta Drake entrecortadamente.
—Ajá. No solo vosotros tres y Will trabajáis… o habéis trabajado… para estos tipos. Vosotros mismos os habéis… condenado. Habéis hecho que próximamente personas vayan a hacer lo que hacéis vosotros ahora. Vosotros…
Lewis me agarra y me apunta con la pistola. Este sí.
—Las niñas como tú deberían aprender a mantener la compostura y, ya de paso, la boca cerrada. Ya deberían de haberte educado un poco mejor, ¿no crees?
Esto me suena a confesión.
—Que me mates me da igual, si en lo que estabas pensando.
—Pero no pensaba matarte a ti, bonita —dice mirando a Jason.
—No serías capaz.
De repente, oigo un disparo.
Miro a mi alrededor y nadie ha muerto. Simplemente Josh ha disparado al cielo, ¿para conseguir silencio? No creo que sea el modo más ortodoxo para hacerlo, pero ha logrado su objetivo, no cabe la menor duda.
—Me gustaría escuchar su teoría, que no es más que eso; una simple e inofensiva hipótesis. Suéltala, Lewis —ordena éste.
Nadie dice ni hace nada, yo únicamente tengo la mirada clavada en Jason, y él en la mía, hasta que oigo un suspiro cargado con un «Adelante».
—Creo que… creo que chicos como vosotros son los que mataron a vuestros seres queridos.
—¿Qué quieres decir con ‘como nosotros’? —susurra Michael.
—Que también tenían algo por lo que luchar. Que también les habían quitado algo, al igual que a vosotros. Que también trabajaban para Josh y Lewis.
Nadie parece sorprendido por lo que estoy diciendo aunque, bueno, tampoco me extraña. Algunas cosas eran obvias.
—Vosotros —continúo mirando a Jason, Drake y Michael—, habéis matado a más personas, y sus hijos, sus hermano o simplemente sus seres queridos… como su novio… serán los próximos en trabajar para Josh y Lewis, o para sus hijos. Es un círculo vicioso. Se os acercaron un día y os dijeron que sabían quién era el asesino, que si hacíais unos favores para ellos, los encontraríais. Es todo… para reclutar a más.
»No los asesinaron Josh y Lewis, pero ellos dieron la orden.
Ahora sí me contemplan todos, y yo, no me siento mejor pero esto, lo sabían todos, simplemente había que asumirlo.
—Lo siento… —le susurro a Jason.
Y caigo al suelo.
Siento su dolor al mirarlo.
Y ganas de sentirlo cerca, y de decirle que todo irá bien pero, total ¿para qué…?
Si es mentira.

No hay comentarios: